Benedetti sacude el debate político: 'La reforma laboral no es prioridad, la consulta popular es el camino'"

18.03.2025
Cortesía
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En una declaración que ha sacudido el panorama político nacional, el ministro del Interior, Armando Benedetti, aseguró que al Gobierno "ya no le importa si se hunde o no se hunde la reforma laboral", poniendo en evidencia un giro estratégico en las prioridades legislativas del Ejecutivo. Durante una reunión con líderes sociales en la capital, Benedetti recalcó que el foco actual está en la consulta popular, un mecanismo que, según él, permitirá al pueblo decidir directamente sobre temas cruciales para el país.

"La consulta popular es la prioridad. Es el instrumento democrático por excelencia, y vamos a garantizar que se lleve a cabo con todas las garantías", afirmó el ministro, quien además anticipó que el proceso incluirá 11 preguntas, aunque dejó abierta la posibilidad de que se sume una más, sin superar el límite de 12.

Este anuncio llega en un momento de alta tensión política, marcado por el estancamiento de la reforma laboral en el Congreso y las críticas de la oposición, que acusa al Gobierno de intentar imponer su agenda sin consensos. Benedetti, conocido por su estilo frontal y directo, no dio rodeos al señalar que el Ejecutivo está dispuesto a dejar atrás la reforma laboral si eso significa avanzar en la consulta popular, un mecanismo que, según él, refleja mejor la voluntad ciudadana.

¿Un cambio de rumbo en la agenda de Petro?

Las declaraciones de Benedetti han generado un intenso debate entre analistas y políticos. Para algunos, este giro podría interpretarse como un reconocimiento tácito de las dificultades que enfrenta el Gobierno para sacar adelante sus reformas en un Congreso fragmentado. Para otros, es una apuesta audaz por fortalecer la democracia participativa, aunque no exenta de riesgos.

"Lo que Benedetti está diciendo es que el Gobierno prefiere escuchar al pueblo que negociar con el Legislativo. Es una jugada arriesgada, pero también un mensaje claro: si el Congreso no aprueba las reformas, el pueblo tendrá la última palabra", comentó un analista político que prefirió mantenerse en el anonimato.

Sin embargo, la oposición no tardó en reaccionar. Varios congresistas han cuestionado la viabilidad de la consulta popular, advirtiendo que podría convertirse en un mecanismo para eludir el debate legislativo y polarizar aún más al país. "El Gobierno está usando la consulta popular como un atajo para imponer su agenda sin consensos. Eso no es democracia, es populismo", afirmó un senador opositor.

Las preguntas que definirán el futuro

Aunque Benedetti no detalló el contenido de las 11 preguntas que se incluirán en la consulta, fuentes cercanas al Gobierno han señalado que abordarán temas sensibles como la reforma a la salud, el modelo de pensiones y la política ambiental. La posibilidad de una duodécima pregunta sigue siendo una incógnita, pero se especula que podría estar relacionada con la lucha contra la corrupción, uno de los ejes centrales del discurso del presidente Gustavo Petro.

Lo que está claro es que el Gobierno está dispuesto a apostarlo todo por la consulta popular, incluso si eso significa dejar en segundo plano reformas clave como la laboral. Benedetti lo dejó claro: "El pueblo es el que manda, y nosotros estamos aquí para cumplir su voluntad".

Mientras el país espera más detalles sobre este proceso, una cosa es segura: el debate político está más encendido que nunca, y la consulta popular podría ser el detonante de una nueva era en la democracia colombiana. O, por el contrario, el inicio de una crisis institucional sin precedentes.