Gustavo Bolívar estalla contra el Congreso: “Están representando intereses corporativos, no al pueblo”.

18.03.2025

En un discurso cargado de indignación y críticas frontales, el director del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), Gustavo Bolívar, lanzó este miércoles un duro ataque contra el Congreso de la República, acusando a los legisladores de representar "intereses corporativos" en lugar de los intereses del pueblo. Sus declaraciones, que han generado un terremoto político, se dieron en el marco de las manifestaciones convocadas por el presidente Gustavo Petro para respaldar su agenda reformista y exigir celeridad en la aprobación de proyectos clave.

"El Congreso no está representando al pueblo, está representando intereses corporativos. Mientras la gente sufre, ellos se preocupan por proteger a unos pocos", afirmó Bolívar durante un acto público en el que acompañó a miles de manifestantes que se congregaron en las principales ciudades del país. Sus palabras, pronunciadas con tono enérgico y gesto de frustración, resonaron como un llamado de atención a los congresistas, a quienes responsabilizó de obstaculizar las reformas sociales impulsadas por el gobierno.

El contexto: manifestaciones y presión al Congreso
Las declaraciones de Bolívar se enmarcan en un momento de alta tensión política, en el que el gobierno de Gustavo Petro ha intensificado su presión sobre el Legislativo para avanzar con iniciativas como la reforma a la salud, la reforma laboral y los cambios al sistema de pensiones. Las manifestaciones de este miércoles, convocadas bajo el lema "El pueblo respalda el cambio", buscaban demostrar el apoyo ciudadano a estas reformas y enviar un mensaje claro a los congresistas que se han mostrado reticentes a respaldarlas.

Sin embargo, la intervención de Bolívar añadió un nuevo nivel de confrontación al ya complejo escenario político. El director del DPS, conocido por su estilo directo y su cercanía con el presidente Petro, no dudó en señalar a los legisladores como los principales responsables de lo que calificó como un "bloqueo" a las transformaciones que el país necesita. "No podemos permitir que unos pocos, que solo velan por sus intereses, le nieguen al pueblo colombiano el derecho a una vida digna", sostuvo.

Reacciones en el Congreso: ¿enfrentamiento inevitable?
Las palabras de Bolívar no pasaron desapercibidas en el Capitolio Nacional, donde varios congresistas respondieron con contundencia a lo que consideraron una descalificación generalizada. "Es fácil culpar al Congreso cuando no se tienen los votos para sacar adelante las reformas. Lo que necesitamos es diálogo, no ataques", afirmó un senador de la oposición, quien pidió al gobierno "bajar los tonos" y trabajar en la construcción de consensos.

Por su parte, algunos aliados del gobierno defendieron las declaraciones de Bolívar, argumentando que reflejan la frustración de millones de colombianos que ven cómo sus demandas son ignoradas por un Congreso que, en su opinión, prioriza los intereses de los grandes grupos económicos. "Gustavo Bolívar tiene razón: aquí hay una lucha entre los intereses del pueblo y los intereses de unos pocos privilegiados", señaló un representante a la Cámara cercano al oficialismo.

¿Qué sigue en esta pulseada política?
El enfrentamiento entre el gobierno y el Congreso parece estar llegando a un punto crítico, en el que las palabras de Bolívar podrían marcar un antes y un después en la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo. Mientras el presidente Petro insiste en la necesidad de avanzar con su agenda reformista "con o sin el Congreso", los legisladores exigen un mayor respeto a las instituciones y un enfoque más conciliador.

Lo que está claro es que el clima político se ha calentado, y las manifestaciones de este miércoles, junto con las declaraciones de Bolívar, han dejado en evidencia la profundidad de las divisiones que atraviesan al país. En medio de este escenario, la pregunta que queda en el aire es si el gobierno logrará movilizar el respaldo ciudadano necesario para presionar al Congreso, o si, por el contrario, el enfrentamiento desgastará aún más su capacidad de gobernar.