Jaime Gilinski se corona como el hombre más rico de Colombia: fortuna asciende a $43,7 billones

El panorama de la élite económica colombiana acaba de cambiar drásticamente. Jaime Gilinski Bacal, el controvertido banquero y magnate inmobiliario, se posicionó oficialmente como el hombre más rico del país, con una fortuna personal estimada en $43,7 billones de pesos, según el más reciente ranking de Forbes.
La cifra, que supera con creces los patrimonios de históricos empresarios como Luis Carlos Sarmiento Angulo (35,1billones)∗∗y∗∗lafamiliaSantoDomingo(35,1billones)∗∗y∗∗lafamiliaSantoDomingo(22,4 billones), consolida a Gilinski no solo como el mayor potentado nacional, sino como uno de los latinoamericanos más ricos del momento.
¿Cómo logró Gilinski este hito?
El salto estratosférico en su patrimonio se debe principalmente a:
La revalorización de su paquete accionarial en el Banco GNB Sudameris, que controla en un 70% y que ha expandido agresivamente en la región.
Sus inversiones inmobiliarias en Londres, Miami y Nueva York, donde posee edificios icónicos como el One Park Lane en la capital británica.
La compra de participaciones clave en empresas como Nutresa y Sura, aunque luego las vendió con sustanciales ganancias.
"Gilinski ha jugado en una liga distinta: mientras otros empresarios colombianos se concentraban en el mercado local, él construyó un imperio global", explicó Juan David Ballén, director de análisis de Colcapital.
Reacciones: ¿admiración o escepticismo?
El ascenso de Gilinski no ha pasado desapercibido en los círculos políticos y económicos:
Desde el Gobierno no hubo declaraciones oficiales, aunque fuentes cercanas al Ministerio de Hacienda reconocieron que su crecimiento "refleja las oportunidades del mercado global".
Analistas económicos advierten que su fortuna, aunque legítima, acentúa la brecha de desigualdad en un país donde el 42% vive en pobreza.
Sus críticos lo señalan por su estilo agresivo de negocios y su histórica salida de Colombia en los años 90, tras la crisis del Grupo Grancolombiano.
¿Qué implica para Colombia?
Más allá del récord personal, el caso Gilinski reabre debates clave:
La fuga de cerebros (y capitales): ¿Está el país perdiendo a sus grandes empresarios?
La concentración de riqueza: El 1% más rico posee ahora el 40% de los activos nacionales.
El futuro del sector financiero: GNB Sudameris podría desafiar el dominio de Bancolombia y Davivienda.