Menor capturado por atentado contra Miguel Uribe "quiere colaborar con la justicia", asegura directiva del ICBF
En un giro revelador, Astrid Cáceres, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), confirmó que el menor de edad vinculado al intento de asesinato contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay "está dispuesto a colaborar con las autoridades" y manifestó su "deseo de contar la verdad".
La declaración de Cáceres llega en medio de la creciente tensión política que rodea el caso, el cual ha sacudido al país por sus posibles ramificaciones criminales y su impacto en la carrera hacia la Casa de Nariño.
¿Qué se sabe hasta ahora?
El adolescente, cuyo nombre se reserva por protección legal, fue capturado la semana pasada por su presunta participación en el ataque contra Uribe Turbay, ocurrido en plena campaña electoral. Las autoridades no han detallado su nivel de implicación, pero fuentes cercanas a la investigación sugieren que podría ser clave para desentrañar los responsables intelectuales del atentado.
"El joven ha mostrado disposición a cooperar. Desde el ICBF, garantizamos su protección y seguimiento psicosocial, pero es claro que la justicia debe avanzar", afirmó Cáceres en un contundente comunicado.
Implicaciones políticas y judiciales
El caso ha reavivado el debate sobre la utilización de menores en actividades delictivas, un fenómeno que, según analistas, podría estar siendo explotado por grupos al margen de la ley para evadir responsabilidades penales.
Miguel Uribe, reconocido por su firme postura contra el crimen organizado, no ha emitido declaraciones recientes sobre el desarrollo de la investigación, pero su equipo ha insistido en la "urgente necesidad de esclarecer los hechos".
Mientras tanto, la Fiscalía General de la Nación avanza en las indagatorias, en medio de presiones por acelerar el proceso sin vulnerar los derechos del implicado, dada su condición de adolescente.
¿Qué sigue?
El país espera con atención nuevos detalles sobre las declaraciones del menor, que podrían destapar no solo los motivos detrás del ataque, sino también posibles conexiones con grupos armados o intereses políticos oscuros.
Una cosa es clara: este caso, más allá de su impacto judicial, podría redefinir el tono de la contienda electoral en los próximos meses.