Ministro de defensa desmiente críticas: fuerza pública con aumento del 33% en neutralizaciones de grupos armados en 2025

07.04.2025
Cortesía
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Con datos en mano y tono firme, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, salió al paso de las críticas que señalan un supuesto "freno" a las operaciones de la Fuerza Pública bajo el gobierno del presidente Gustavo Petro. Durante su intervención en la plenaria de la Cámara de Representantes, Sánchez aseguró que las Fuerzas Militares y la Policía Nacional "nunca han tenido las manos atadas" y presentó cifras contundentes: 1.132 neutralizaciones de integrantes de grupos armados organizados en lo corrido de 2025, lo que representa un aumento del 33% frente al mismo periodo del año anterior.

Operatividad en Cifras
El jefe de la cartera de Defensa detalló que las acciones se han concentrado en regiones históricamente afectadas por la violencia, como Catatumbo, el Pacífico y el sur del país. "Nuestros hombres y mujeres en uniforme actúan con total respaldo institucional y dentro del marco legal", enfatizó, mientras proyectaba un balance comparativo entre 2024 y 2025.

Según los datos oficiales, se destacan:

  • 478 capturas de cabecillas de estructuras criminales.

  • 214 bajas en combates directos.

  • 440 rendiciones individuales y colectivas bajo programas de sometimiento a la justicia.

La Réplica de la Oposición
A pesar de las cifras, sectores críticos al gobierno cuestionaron la efectividad real de estas operaciones. El representante [nombre del opositor, si aplica] afirmó que "neutralizaciones no siempre significan desarticulación de redes" y exigió mayor claridad sobre la reducción de homicidios y cultivos ilícitos.

Por su parte, analistas de seguridad consultados por este medio reconocen el incremento en acciones ofensivas, pero advierten sobre posibles "efectos colaterales", como desplazamientos forzados o repuntes de violencia en zonas donde caen cabecillas.

¿Hacia una Paz con Seguridad?
El ministro Sánchez cerró su intervención con un mensaje contundente: "Estamos golpeando a los grupos criminales y no pararemos hasta lograr la anhelada paz en los territorios". Sin embargo, el debate sigue abierto: mientras el gobierno insiste en que combina la fuerza militar con diálogos regionales, sus detractores exigen resultados más tangibles en reducción de hectáreas de coca y homicidios.