Nariño al borde del colapso: derrumbe en la Panamericana desata crisis de desabastecimiento y cierre de estaciones de gasolina

El departamento de Nariño enfrenta una de sus peores crisis en años tras el derrumbe ocurrido en la vía Panamericana, que ha mantenido bloqueado este vital corredor vial por cinco días consecutivos. La interrupción del tránsito ha dejado a la región al borde del desabastecimiento de alimentos, medicinas y combustibles, mientras que varias estaciones de gasolina han comenzado a cerrar ante la imposibilidad de recibir nuevos suministros. Las autoridades locales han declarado la situación como "crítica" y han pedido ayuda urgente al Gobierno nacional para evitar que el problema se agrave.
El derrumbe, ocurrido en el sector conocido como El Rosario, ha dejado incomunicadas a varias poblaciones del sur de Nariño y ha afectado el flujo de mercancías hacia y desde el departamento. La Panamericana es la principal arteria vial que conecta a Nariño con el resto del país, y su bloqueo ha generado un efecto dominó que amenaza con paralizar la economía regional.
Desabastecimiento y cierre de estaciones de gasolina
Uno de los impactos más inmediatos de la crisis ha sido el desabastecimiento de combustibles. Varias estaciones de gasolina en Pasto y otros municipios han comenzado a cerrar sus puertas ante la falta de suministros, lo que ha generado largas filas y un aumento descontrolado en los precios del combustible en el mercado informal. "No tenemos gasolina desde hace tres días. Los camiones no pueden llegar por el derrumbe, y no sabemos cuándo se normalizará la situación", declaró el dueño de una estación de servicio en Pasto.
Además de los combustibles, los productos de primera necesidad, como alimentos y medicinas, también comienzan a escasear en los supermercados y farmacias de la región. Los comerciantes han alertado sobre el riesgo de un desabastecimiento generalizado si la vía no se reabre en los próximos días. "Estamos al borde del colapso. Si no se soluciona pronto, la situación podría volverse insostenible", advirtió un representante de la Asociación de Comerciantes de Nariño.
Esfuerzos de las autoridades y llamado al Gobierno nacional
Las autoridades locales han intensificado los esfuerzos para remover los escombros y habilitar una vía alterna que permita restablecer el flujo de vehículos. Sin embargo, las fuertes lluvias y las condiciones geográficas del terreno han complicado las labores de rescate. "Estamos trabajando contra reloj, pero las condiciones no nos favorecen. Necesitamos maquinaria pesada y apoyo logístico del Gobierno nacional", explicó el gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar.
El mandatario regional hizo un llamado urgente al presidente Gustavo Petro y al Ministerio de Transporte para que intervengan en la emergencia. "Nariño no puede quedarse solo en esta crisis. Necesitamos ayuda inmediata para evitar que la situación se salga de control", afirmó Escobar.
Impacto económico y social
La crisis vial ha tenido un impacto devastador en la economía de Nariño, un departamento que ya enfrenta desafíos estructurales como la pobreza y el desempleo. Según estimaciones preliminares, las pérdidas económicas por el bloqueo de la Panamericana superan los 10.000 millones de pesos diarios, afectando a sectores como el transporte, el comercio y la agricultura.
Además, el desabastecimiento de combustibles y alimentos ha generado malestar entre la población, que exige soluciones inmediatas. "Estamos cansados de que Nariño siempre sea el último en la lista de prioridades del Gobierno. Necesitamos acciones concretas, no promesas", expresó una habitante de Pasto mientras hacía fila para comprar gasolina.
¿Qué sigue?
Mientras las autoridades locales y nacionales coordinan esfuerzos para reabrir la vía Panamericana, la pregunta que queda en el aire es cuánto tiempo más podrá resistir Nariño ante una crisis que amenaza con paralizar por completo la vida en el departamento. Lo que es claro es que, sin una intervención rápida y efectiva, las consecuencias podrían ser catastróficas para una región que ya vive al límite.