Padre de Miguel Uribe Turbay ofrece legado de su hijo a precandidatos del Centro Democrático en dramático llamado a la unidad
En un giro que podría reconfigurar la carrera por la candidatura única del Centro Democrático, Miguel Uribe Londoño, padre del asesinado senador Miguel Uribe Turbay, hizo un llamado solemne a los precandidatos del partido para que utilicen "el legado" de su hijo como bandera en la lucha por "salvar a Colombia".
Con palabras cargadas de simbolismo político, Uribe Londoño no descartó reunirse con las figuras que disputan la nominación del partido —entre ellos, María Fernanda Cabal, Diego Molano y Paola Holguín — para evaluar si surge un nuevo nombre que logre cohesionar las bases uribistas.
Un legado que trasciende
"Cuente con el legado de mi hijo para lograr este propósito de ganar las elecciones y que salvemos a Colombia", declaró Uribe Londoño en un mensaje que resonó como un guiño a la nostalgia por el liderazgo del expresidente Álvaro Uribe Vélez, pero también como un reclamo tácito de unidad en un partido fracturado por ambiciones personales.
¿Un nuevo nombre en la contienda?
Fuentes internas del partido revelaron que, aunque no hay un candidato único definido, el gesto de Uribe Londoño podría abrir la puerta a un acuerdo de última hora que evite una fractura mayor. "El llamado es claro: la patria está por encima de cualquier interés personal", señaló un dirigente bajo condición de anonimato.
Sin embargo, otros sectores interpretan el movimiento como un intento de presionar a los precandidatos a ceder espacios o incluso a reconsiderar una figura de consenso que no esté en la carrera actual.
La hora de las definiciones
Mientras el reloj avanza hacia las elecciones internas, el Centro Democrático enfrenta su mayor prueba: demostrar si es capaz de superar sus divisiones o si, por el contrario, el peso de las diferencias terminará por diluir su influencia en el escenario nacional.
Lo que está en juego no es solo una candidatura, sino el futuro de un movimiento que se define a sí mismo como el último bastión contra lo que califican como "el populismo y la izquierda radical".