Patrimonio de las EPS se hunde en -$11 billones y desata alerta de colapso en el sistema de salud

27.08.2025
Cortesía
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Una bomba de tiempo financiera está a punto de estallar en el corazón del sistema de salud colombiano. Los fríos y contundentes números no mienten: según el último reporte del observatorio Así Vamos en Salud, con corte al primer semestre de 2025, los activos de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) se desplomaron hasta los $18 billones, mientras sus pasivos y deudas se dispararon a la astronómica cifra de $30 billones. El resultado es un patrimonio negativo que hiela la sangre: -$11 billones, la peor cifra en la historia del sector.

Las cifras, obtenidas de informes oficiales y analizadas por el reconocido observatorio, pintan un panorama de quiebra técnica generalizada que amenaza con llevar al abismo la prestación del servicio de salud a millones de colombianos. La situación, calificada por expertos como "crítica e insostenible", evidencia un desbalance financiero de una magnitud nunca antes vista, superando incluso las previsiones más pesimistas.

La radiografía de un desastre: deudas que devoran al sistema

El reporte detalla una ecuación financiera catastrófica. La deuda total del régimen contributivo, que asciende a $21.1 billones, y la del régimen subsidiado, en $8.9 billones, sumadas alcanzan los $30 billones. Este monto monstruoso, comparado con los activos disponibles, deja al descubierto un hueco patrimonial imposible de ignorar.

Este agujero negro financiero no es abstracto. Se traduce directamente en:

  • Atrasos millonarios a clínicas, hospitales y proveedores de servicios, poniendo en riesgo su sostenibilidad.

  • Dificultades en la garantía de citas médicas, procedimientos especializados y entrega de medicamentos para los afiliados.

  • Una presión insoportable sobre la red hospitalaria pública y privada, que lleva años funcionando con recursos de su propio flujo de caja para suplir las demoras de pago de las EPS.

Las raíces de la crisis: un problema sistémico y acumulado

Analistas financieros del sector salud consultados por este medio coinciden en que la crisis es el punto culmen de un problema estructural de años. Señalan que el modelo de pagos por capitación (un valor fijo por afiliado) no se ha ajustado a la realidad de los costos crecientes de la tecnología médica, los medicamentos y el envejecimiento de la población.

A esto se suma el peso de los mecanismos de protección (tutelas y fallos de tribunales) que, si bien garantizan el derecho fundamental a la salud, han representado para las EPS unos egresos no previstos en su modelo de negocio, profundizando el déficit.

La respuesta gubernamental: bajo la lupa

El informe de Así Vamos en Salud coloca al Gobierno Nacional y a los organismos de control en el ojo del huracán. La pregunta que ronda los pasillos del Congreso y del Ministerio de Hacienda es clara: ¿Qué medidas de recorte inmediatas y de reforma estructural se implementarán para evitar un colapso inminente?

La Superintendencia Nacional de Salud enfrenta el mayor desafío de su historia, al tener que vigilar y tomar decisiones sobre un sector técnicamente quebrado, sin que ello implique el detrimento del servicio a los usuarios. Se espera que en los próximos días el Ministerio de Salud se pronuncie oficialmente sobre estas cifras y anuncie un plan de contingencia.

La sostenibilidad del sistema de salud colombiano pende de un hilo. Los $11 billones en números rojos son la prueba más elocuente de una crisis que requiere acciones decisivas y urgentes, so pena de enfrentar una falla sistémica de consecuencias imprevisibles para la nación.