Presidente Petro anuncia que su hija menor, Antonella, dejará el país tras sufrir acoso

02.09.2024

En un emotivo discurso realizado en el departamento del Chocó, el presidente Gustavo Petro informó que su hija menor, Antonella, se verá obligada a dejar el país debido a la creciente persecución psicológica y el acoso que ha sufrido tanto en redes sociales como en espacios públicos. El mandatario hizo este anuncio en medio de un acto oficial, visiblemente afectado por la situación que atraviesa su familia.

"Antonella, mi hija menor, se va del país tras sufrir una persecución psicológica implacable a través de las redes y en las calles o lugares en los que ha sido acosada", declaró el presidente Petro, destacando el impacto que estos ataques han tenido en la salud y el bienestar de su hija.

El presidente describió cómo Antonella ha sido objeto de hostigamiento constante, no solo en plataformas digitales, sino también en la vida cotidiana, lo que ha llevado a su familia a tomar la difícil decisión de enviarla al extranjero en busca de un ambiente más seguro y saludable. Petro condenó enérgicamente el acoso dirigido a su hija, señalando que se trata de un reflejo de la creciente violencia política y social que enfrenta el país.

"Como padre, me duele profundamente ver cómo la intolerancia y el odio afectan a los más inocentes", expresó Petro, subrayando que la situación de Antonella es un ejemplo de cómo la polarización y la violencia en el discurso público están teniendo consecuencias devastadoras en las familias.

El anuncio del presidente ha generado una ola de reacciones en todo el país. Mientras que algunos sectores han manifestado su solidaridad con la familia presidencial, otros han cuestionado la decisión de hacer pública la situación de Antonella. El tema también ha reavivado el debate sobre la seguridad de los familiares de figuras públicas y el papel de las redes sociales en la amplificación de discursos de odio.

Este episodio marca un nuevo punto de tensión en la ya convulsionada vida política del país, poniendo de relieve los desafíos que enfrentan no solo los líderes políticos, sino también sus familias, en un contexto de creciente hostilidad y violencia.