Tensión y enfrentamientos en el Senado: camarógrafo del senador Miguel Uribe es retirado por la Policía tras acusaciones del Pacto Histórico

26.02.2025

El recinto del Senado de la República fue escenario este miércoles de un tenso enfrentamiento que terminó con la intervención de la Policía y el retiro forzado de un camarógrafo que trabajaba para el senador Miguel Uribe Turbay. El incidente, que ha levantado ampollas en el Capitolio, se produjo luego de que varios congresistas del Pacto Histórico, entre ellos Wilson Arias y Gloria Flórez, acusaran al operador de grabarlos sin autorización durante una sesión legislativa.

Según testigos presenciales, la situación escaló rápidamente cuando los senadores del Pacto Histórico se percataron de que el camarógrafo, quien se encontraba en el salón de apoyo, estaba enfocando su cámara hacia ellos. Arias y Flórez, reconocidos por su firme postura en defensa de la privacidad y la transparencia, increparon al operador y exigieron que dejara de grabar, alegando que no contaba con el permiso necesario para hacerlo en ese espacio. "Esto es una violación a nuestra privacidad y a las normas del Senado", afirmó Arias en medio del altercado.

La situación se tornó caótica cuando el personal de seguridad del Senado, junto con miembros de la Policía, intervino para retirar al camarógrafo del recinto. Según fuentes cercanas al equipo del senador Uribe, el operador contaba con las credenciales necesarias para realizar su trabajo y estaba actuando dentro del marco de sus funciones. "No hay nada irregular en documentar lo que ocurre en un espacio público como el Senado", señaló un colaborador de Uribe, quien calificó la reacción de los senadores del Pacto Histórico como "desproporcionada".

El incidente no quedó ahí. Minutos después, en el salón de apoyo, se registró un fuerte enfrentamiento verbal entre simpatizantes de ambas bancadas, lo que obligó a un receso improvisado en la sesión. Mientras tanto, las redes sociales se han convertido en un campo de batalla paralelo, con partidarios de ambos bandos defendiendo sus posturas. Por un lado, los seguidores del Pacto Histórico insisten en que la grabación no autorizada es una falta grave que atenta contra la privacidad de los legisladores. Por otro, los aliados de Uribe argumentan que se trata de una estrategia para limitar la transparencia y el derecho a informar.

Este episodio no hace más que evidenciar las profundas divisiones que persisten en el Congreso de la República, donde las tensiones políticas suelen traducirse en enfrentamientos públicos. Mientras tanto, el presidente del Senado, Iván Name, ha convocado a una reunión de urgencia para revisar los protocolos de seguridad y acceso a los espacios legislativos, con el fin de evitar que situaciones como esta se repitan.

Lo que comenzó como una sesión rutinaria terminó siendo un reflejo de la polarización que caracteriza al actual escenario político colombiano. La pregunta que queda en el aire es si este incidente será solo un capítulo más en la larga lista de tensiones legislativas o si, por el contrario, marcará un punto de inflexión en las relaciones entre las bancadas. Por ahora, lo único claro es que el Senado sigue siendo un hervidero de pasiones políticas.